Como una manera de contribuir a los compromisos de país en materia de cambio climático, el pasado 10 de octubre la Asociación Azucarera de El Salvador y la Fundación del Azúcar (FUNDAZUCAR), presentaron a representantes de instituciones del Gobierno salvadoreño, de organizaciones de Cooperación Internacional, cuerpo diplomático y medios de comunicación, los resultados de los estudios de “Huella hídrica y Huella de carbono del azúcar de El Salvador” elaborados por el Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC).
Los estudios de huella de carbono estiman la cantidad de gases de efecto invernadero (que causan el calentamiento global) emitidos en la producción de algún bien, mientras que, los de huella hídrica estiman la cantidad de agua que se utiliza para producirlo. Realizarlos es importante porque son el punto de partida para saber cómo está el sector en estos temas muy relacionados al cambio climático y también porque son la base para pensar en estrategias de mejora del desempeño ambiental y en planes de adaptación al cambio climático.
Las emisiones estimadas para el sector azucarero representan un 1.8 % de las emisiones nacionales, por lo que el azúcar de El Salvador tiene una de las huellas más bajas a nivel mundial (0.30 kg de CO2eq por kg de azúcar), lo que se debe, entre otros factores, a la eficiencia en el proceso de producción, la eficiencia en el uso de fertilizantes y el uso de biomasa para generar energía eléctrica.
A través de estos estudios, basados en metodologías internacionales que toman en cuenta tanto el proceso agrícola como el proceso industrial, se pudo determinar que con el uso de biomasa para la generación de energía eléctrica, el sector azucarero evita la emisión de más de 1.3 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, por ser un combustible renovable.
Por otra parte, se pudo estimar que el 88 % del agua que utiliza el cultivo de caña para crecer y desarrollarse proviene de la lluvia. El Dr. Alex Guerra, Director del ICC, comentó que este resultado es positivo en parte, porque indica que este proceso no depende grandemente de la extracción de agua de fuentes superficiales como ríos y lagos o de fuentes subterráneas como pozos, pero que también da una idea de que los efectos del cambio climático pueden afectar al sector en el futuro.
“Los escenarios de cambio climático para toda centroamérica a futuro nos dicen que se espera que haya menos lluvia y lo que ya estamos observando son los cambios en la temporalidad de la lluvia, a veces se atrasa el inicio de la época lluviosa, a veces hay una interrupción, es decir, canículas más extensas, más fuertes, cambia el final de la temporada y esto puede afectar al cultivo” agregó el Dr. Guerra.
Por tal razón, el Presidente de la Asociación de Azucareros de El Salvador, Mario Salaverría, aseguró que «a pesar de que las huellas de la producción de azúcar son más bajas que en muchos otros lugares en el mundo” no dejarán de buscar rutas de mejora en su desempeño ambiental. La elaboración de estos estudios han resultado luego de un largo proceso de recopilación de información, capacitaciones, talleres, cálculos y asesoría técnica-científica brindada por el ICC en su rol de aliado estratégico del sector azucarero salvadoreño.
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