Por Alex Guerra Noriega

Opinión

En mi artículo anterior mencioné que Guatemala es un país rico en agua y que se había calculado una disponibilidad de más de 97,000,000,000 m3/año, de los cuales se ha estimado que utilizamos sólo entre 10 y 25% del agua. Aunque estos datos nos ponen en una situación envidiable para la mayoría de países, el reto está en su distribución en el territorio y a lo largo del año.

Los países desarrollados han invertido en el manejo del agua como asunto de seguridad nacional. La prioridad más alta la tiene la provisión de agua domiciliar. Luego, se asegura el agua para proteger la economía de los países, que incluye el uso para riego, la producción industrial y la generación de electricidad. Aparte del marco regulatorio e institucional para el manejo del agua, se ha invertido fuertemente en infraestructura para almacenarla. Hay países que cuentan con reservorios que les permiten funcionar sin problemas por meses, incluso años, aunque tengan sequías severas. Un ejemplo puntual fue California en años recientes, en donde sufrieron una sequía de varios años que no tuvo consecuencias catastróficas gracias a que contaban con embalses.

El almacenamiento superficial del agua puede ser a distintas escalas. Normalmente se piensa en el almacenamiento a través de embalses de gran envergadura. Sin embargo, los embalses pueden ser de distintos tamaños, incluyendo algunos pequeños para guardar agua unos días. A través de un embalse pequeño se resolvió un conflicto que existió por años en el valle de San Jerónimo y Salamá, Baja Verapaz, entre la hidroeléctrica y los usuarios del riego. La empresa construyó un embalse para guardar el agua en la noche cuando ellos la regresaban al río luego de generar la electricidad, y que así pudiera usarse para riego en el día.

Es imprescindible favorecer el almacenamiento subterráneo del agua. El suelo es nuestro tanque natural de agua y los pozos son una fuente cada vez más utilizada pero de manera insostenible puesto que hay evidencia de que los niveles de agua están bajando en unos lugares. Debemos tomar acciones para aumentar la recarga de acuíferos en las áreas boscosas, en espacios urbanos y en zonas de cultivos. Existen técnicas artesanales y otras modernas, como la inyección artificial de pozos, que podemos considerar. El manejo adecuado de nuestros recursos hídricos, que incluya el almacenamiento del agua, será vital para la prosperidad de nuestro país.

Deja una respuesta