Las pérdidas económicas en la agricultura generada por las inundaciones detonadas por el huracán Mitch en 1998, las tormentas tropicales Stan (2005) y Agatha (2010) en el territorio guatemalteco fueron estimadas 98 mil, 61 mil y 42 mil hectáreas, respectivamente (CEPAL, 1999; CEPAL 2005; CEPAL y Gobierno de Guatemala, 2010), cuyos eventos evidenciaron el grado de vulnerabilidad de nuestros sistemas productivos agrícolas ante este tipo de amenazas.

Cumpliendo uno de los objetivos del ICC se desarrolló un estudio exploratorio de potenciales medidas de adaptación para las zonas agrícolas expuestas a eventos de inundación en las partes bajas de las cuencas hidrográfica Sis-Icán y Nahualate.

Este estudio fue desarrollado en el 2018 y se evaluó el potencial de tolerancia a inundaciones de cuatro cultivos: maíz – Zea mays (L.) (Testigo), arroz – Oryza sativa (L.), chufle – Calathea allouia Aubl., y la malanga – Colocasia esculenta (L.), con el objetivo de generar una alternativa de adaptación ante la amenaza de inundaciones.

Resultados: el arroz y la malanga son los cultivos que mejor soportan las inundaciones

En las dos zonas de estudio se identificaron dos tipos de eventos de inundaciones: la progresiva y la súbita. El primero resulta de la acumulación de agua por lluvias locales, deficiencia en el drenaje del suelo y superficie cóncava, con profundidades de 20 a 60 centímetros y duración de 5.5 a 27 días por evento (Figura 73). El segundo tipo de inundación ocurre por desbordamiento de un río cercano, con una corriente (de agua y sedimentos) que daña mecánicamente a los cultivos. La duración del evento fue corta (5 a 48 horas por evento) y profundidad del agua de 14 centímetros a 1.50 metros.

En el caso de las inundaciones progresivas, el cultivo de arroz presentó menores pérdidas, las cuales oscilaron entre 8.72 a 67.09% con un monto estimado de Q.13,826.40 por hectárea. El cultivo de maíz que fue testigo para este estudio, fue afectado totalmente, con una pérdida de plantas del 100%. Para las inundaciones súbitas el cultivo de malanga presentó menores pérdidas económicas, las cuales se estiman entre 4.66 a 69.69% de un monto estimado de Q. 23,985.00.

Basado en los hallazgos del estudio, se puede afirmar que, bajo las condiciones de estos sitios, el régimen de lluvia y la dinámica hidrológica, los cultivos de arroz y malanga presentaron características que podrían ayudar a reducir el impacto de las inundaciones, convirtiéndose en una posible alternativa económica y de apoyo para la seguridad alimentaria de agricultores en la zona.

Cultivos cubiertos bajo una lámina de agua provocada por una inundación progresiva, a) maíz, b) malanga.