5 de junio de 2018. Justo antes del mediodía del 3 de junio de 2018, el volcán produjo una erupción que envió cenizas al aire. Una mezcla de cenizas, roca y gases calientes se precipitó por los barrancos y los canales de los arroyos a los lados del volcán. Dado que estos flujos piroclásticos a menudo se mueven a velocidades superiores a 80 kilómetros por hora, fácilmente derribaron árboles y casas. Según noticias, más de 66 personas perdieron su vida. Como medida de precaución, muchas personas han sido evacuadas.
El conjunto de imágenes infrarrojas visibles (VIIRS) muestra en color café la ceniza que prácticamente perforó la cubierta de nubes, aproximadamente a la 1 pm del 3 de junio de 2018.
Imagen Suite de radiómetro de imágenes infrarrojas visible (VIIRS) Fuente: NASA, 2018
Los vientos soplaron la pluma de ceniza hacia el este. La erupción depositó ceniza en varias comunidades que rodean el volcán, incluida la ciudad de Guatemala, que está a 70 kilómetros al este.
Pluma de ceniza de dióxido de azufre. Fuente NASA 2018.
Además de cenizas, la pluma contiene componentes gaseosos invisibles para el ojo humano, incluido el dióxido de azufre (SO2). El gas puede afectar la salud humana, irritando la nariz y la garganta cuando se respira, y reacciona con el vapor de agua para producir lluvia ácida. El dióxido de azufre también puede reaccionar en la atmósfera para formar partículas de aerosol, que pueden contribuir a los brotes de neblina y, a veces, enfriar el clima.
Referencias
NASA Global Sulfur Dioxide Monitoring Home Page.
http://earthobservatory.nasa.gov/NaturalHazards/view.php?id=92235&src=twitter-nh